POR LOS PUEBLOS DE COLOMBIA
Zipaquirá es una ciudad de Colombia ubicado
en el departamento de Cundinamarca, en la provincia de
Sabana Centro, de la que es la capital y sede de su diócesis. Se encuentra
a 29 km de Bogotá. Es el segundo municipio más grande y
poblado de la provincia. Es uno de los centros de explotación de sal más
importantes en Colombia, razón por la cual también es conocida como la
"Capital Salinera de Colombia" por su producción de sal.
Del topónimo
«Zipaquirá» hay tres posibles orígenes; el primero, es extraído del pueblo
indígena que habitó al pie del Cerro del Zipa - Chicaquicha, que
traduce «al pie de la cumbre» o simplemente «pie de cumbre». El segundo, según otras
fuentes, significa «Ciudad de nuestro padre», y el último se remonta a una
historia sobre una unión entre el Zipa y una mujer llamada Quira.
Hasta el Siglo XIX, la ortografía más usada era la que comenzaba con «C»
(Cipaquirá).
El poblado
indígena se ubicaban en la parte alta de la mina llamada "Pueblo
Viejo", aproximadamente 200 metros arriba respecto al sitio que hoy ocupa
la ciudad, donde a la llegada de los españoles «se alzaban un centenar de
viviendas, con una población de 1200 personas». Estas tierras pertenecían
a los dominios del Zipa de Bacatá, supremo gobernante del Zipazgo (región
al sur de la Confederación Muisca). Esta zona de la Sabana de Bogotá era
surcada en aquella época por una sucesión de pequeños lagos y arroyos, que
permitían el transporte de sus habitantes en canoas, medio por el cual los
habitantes de Nemocón, Gachancipá, Tocancipá, Cajicá y Chía llegaban
a Chicaquicha para abastecerse de la preciada sal, que
intercambiaban por vasijas y tejidos. La sal era también intercambiada con
pueblos de toda la región andina de Colombia, incluyendo a los Panches,
Tolimas, Pantágoras y Muzos.
En tiempos
del Zipa Nemequene, el Cacique de Zipaquirá, alentado por los
de Guatavita y Ubaté, decidió aprovechar las difíciles
condiciones del comienzo del reinado del Zipa para declararle la guerra.
Entretanto Nemequene, enterado de la rebelión, decidió adelantarse a su enemigo
y salirle al encuentro, al mando de dieciséis mil güechas (guerreros
muiscas). Los dos ejércitos se encontraron entre Chía y Cajicá,
donde las tropas de Bacatá vencieron a las de Zipaquirá. De inmediato
Nemequene regresó a Funza, capital del Zipazgo, donde entró al tiempo con
su sobrino Tisquesusa, quien volvía triunfante luego de haber vencido y
sometido a los sutagaos en Fusagasugá.
El atractivo
turístico más célebre de Zipaquirá son sus minas de sal, que han sido
explotadas desde tiempos precolombinos por los Muiscas y que incluyen
la Catedral de Sal. La plaza González Forero es el epicentro de la ciudad
y está rodeada por edificios que han conservado su estilo colonial y son considerados
monumento nacional. En esta plaza sobresalen la Catedral de la Santísima
Trinidad, construida entre 1760 y 1870, con su característica fachada de piedra
arenisca y en su mayor parte obra del arquitecto capuchino fray Domingo de
Petrés, el mismo que construyó la Catedral Basílica Metropolitana y
Primada de Bogotá; el Palacio Municipal (edificio de la alcaldía) y la Administración
de las Salinas con sus techos verdes estilo republicano. Zipaquirá posee
restaurantes típicos, casonas coloniales con casi 300 años de antigüedad, centros
de recreación como Panaca Sabana, museos como la Casa Museo Quevedo Zornoza,
artesanías y una interesante infraestructura.
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CATEDRAL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD |
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CATEDRAL DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD |
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LA CATEDRAL DE SAL |
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